Este año me he prometido atar todos aquellos cabos sueltos que terminaron soltandose finalmente...
He decidido que la mejor forma de afrontar tus propios problemas es huir de todo lo que algún día te hizo llorar, es esperanzarte de que allá afuera hay otras muchas cosas por las que luchar que no son amor.
Es cierto que gracias a todo esto he perdido todas mis esperanzas en el ser humano, he perdido el cachito de ilusión que hacía que quisiese devolverles el corazón a aquellas personas que se rindieron y creyeron que jamás existió el amor, quería acabar con esa herida sin que sucumbiesen a los demás. Pero finalmente perdí la guerra, perdí el corazón, las lágrimas y todo lo demás que él me robó.
Soy una de esas personas que ven lo que otras no ven, ven el dolor de aquellos que jamás supieron amar, de aquellas que tienen el alma vacía...
Porque veo reflejado en sus ojos el frio que habita en su interior, veo lo que les hizo llegar a donde han llegado, sé que sufren y lo ocultan en una capa artificial dura en la que se cobijan.
Me prometí cambiar a todas esas personas que se me cruzasen en mi camino para devolverles las esperanzas en el ser humano, pero siento decir que fracasé, fracasé y caí en su juego de palabras.
Siento haberte fallado, siento que todos mis esfuerzos hayan sido en vano, y que finalmente tu...Seas uno más.
1 comentario:
Es difícil tener esperanzas en el ser humano, desde luego, pero siempre hay que tener un mínimo de fuerza que nazca del no querer ser como aquellos que te han hecho sentir tan mal. Siempre puedes encontrar a gente que merezca la pena, aunque te lleve la vida entera y acabes contándolos con los dedos de una mano.
La gente a la que se le ha roto el alma rara vez vuelve a ser igual, pero aunque no se les pueda cambiar se les puede ayudar a mejorar su vida y ánimo. El problema está en que a menudo el muro es demasiado bueno y es igual de difícil de derribar desde fuera que desde dentro.
En fin, no te desanimes, de todo se saca al menos la experiencia y mientras estemos vivos, podemos volver a levantarnos tras haber caído.
Un saludo!
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