Querida alma, sé que allá donde estes estarás mejor que aqui, lejos de todas estas sombras que me atrapan, ya no recuerdo ni quien fui y ojalá algún día regreses y me devuelvas todas esas cosas que añoro en mi. Espero que alguien me oiga y comprenda todas estas palabras en blanco que escribo como plegaria a mis oraciones. Ya no pido nada, ni busco nada, solo quiero que nada me alcance. Esquivar este huracán que lleva ya tiempo intentando derribarme, dejar de regalar mis sentimientos, porque ultimamente escasean por tratar de salvar a los demás en vez de salvarme a mi misma, que si no lo hago yo, nadie más lo hará.
Y juro que intento buscarle algún sentido a esta maldición, pero estoy cansada de luchar por ilusiones y que finalmente sean un muro más en este laberito, y no la verdadera salida. Que lucho, me caigo, me desgarro, me duele, lloro, grito, sufro, pero ni este maldito vendaval podrá derrumbarme por completo, sé que soy más fuerte que todo esto y a pesar de las grietas sigo aqui, olvidando, aprendiendo, equivocandome y sonriendo aún sabiendo que todo esto podría ser en vano.
Me despediré con un adios porque sin querer te regalé un cachito de mi, y no pensé que ese cachito ahora me haría falta para seguir este estúpido camino.
Karma, devuelveme mi suerte, ya he pagado demasiadas deudas.
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