Quiero avanzar a cada paso que doy pero en ellos me veo a mí misma retrocediendo, buscando señales que me guíen en este laberinto intentando encontrar el mejor destino. Quizás ese fue el problema temer a ir por el camino equivocado cuando uno sabe que los caminos desconocidos te llevan a sitios inesperados y en ocasiones terminan siendo mágicos lugares.
A veces en la noche me pierdo, me siento desorientada entre tantas estrellas que brillan, trato de buscar alguna que ilumine mi camino que en ocasiones se torna difícil de elegir. Siento miedo y una terrible paz que me paraliza, pues tengo perdición al brillo fugaz de las estrellas, muchas veces me quedo en silencio intentando escuchar lo que tratan de decirme pero solo son un instante en el cielo y no consigo oír más que el silencio de este vacío...
Necesito seguir creyendo que voy por buen camino, necesito una mano que me acompañe en estas frías noches tratando de hallar una respuesta... Pero lo cierto es que la única luz que me guía está dentro de mí y aún no sé el potencial que esta tiene guardada para mí.
Confía en tu luz interior, no la desperdicies porque de ella podrás conseguir grandes cosas que aún no sabes que puedes llegar a conseguir.
No tengas miedo, esto es un juego y la idea es aprender de ello.
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