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5.12.23

Mi pequeño templo

Construí mi jardín para alegrarme todos los días y estar orgullosa de él, poco a poco todo floreció y dejé de buscar fuera lo que ya estaba aquí. Cuidé, valoré y dediqué tanto tiempo a cada una de las rosas de este sitio que se convirtió en mi templo más profundo. Con el tiempo lo vallé y construí un refugio seguro de alimañas que solo querían destruir todo lo que con amor cultivé. Hasta hoy sigue en pie ese pequeño espacio que ahora llevo en mi corazón. Le enseñé a varios curiosos algunos trucos de mantener vivo este bonito jardín, intentando enseñarle la magia que había en él, pero solo querían apropiarse de las flores que vieron y robarlas para su propio beneficio.

Seguí remodelando y agrandando este lugar día tras día sabiendo que no dejaría entrar en él a nadie que no apreciase cada rincón de este sitio, hasta en la más dura estación. Pues comprendí que pocos son dignos de  apreciar más allá de la belleza... Más allá de lo que todos pueden ver.

Jamás intenté dejar entrar aquí a los que solo pudieron ver la parte superficial de todo esto, quien no supo apreciar todo el trabajo que costó plantar cada una de las semillas que ahora lucen mejor que ayer.

Un día mientras recolectaba semillas fuera, me topé con alguien especial. Alguien con quien tropecé por causalidad. Como un destello que te distrae del camino... Una mirada sincera y una sonrisa certera, de esas que no puedes olvidar con facilidad. Vi luz en él, como si supiera de lo que hablaba cuando le contaba todo el esfuerzo que le dediqué a este pequeño templo. Sin darme cuenta ya estaba en mi jardín contemplando con detenimiento cada una de mis creaciones, cada detalle minúsculo que pensé que solo era capaz de apreciar yo, la creadora de todo aquello... Pero sin decirle ningún secreto descubrió cosas que hasta yo misma ni veía. Plantó conmigo semillas que el mismo trajo de su jardín, pues quería seguir alimentando este sitio para que siguiese floreciendo cada primavera. Ahora ya no solo puedo encontrar la paz en este sitio si no que también puedo tener la certeza de que alguien que de verdad sabe apreciar el esfuerzo que conlleva mantener todo esto viene a visitarlo para ver toda la belleza de los detalles que tiene este lugar.

A veces me gusta creer que el tiempo que inviertes en aquellas cosas que te dan luz hace que atraigas todo lo bueno que algún día soñastes. Y cuando de verdad llega aprendes a apreciarlo porque conoces su ausencia.


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