Corría en un larguísimo pasillo oscuro, pero cuanto más corría más sensación de vacío había y cada vez estaba más cerca aquella misteriosa figura que me perseguía, era como si cuanto más corriese menos conseguía avanzar, como si la oscuridad me absorviese y no consiguiese que aquella cosa parase de perseguirme a cada paso que daba. Pero de pronto por algún instinto me paré sin nisiquiera mirar si aquello seguía allí detrás intentando alcanzarme y pensé "que estupidez, si me quiere coger que me coja, podré esconderme pero no huir". Y entonces derrepente todo se iluminó, se iluminó de una forma especial, miré hacia atrás y vi que lo único que me perseguía eran mis propios miedos, mi inseguridad y todo de lo que siempre huí.
Aparecistes tu, me cogiste de la mano y me susurraste "tranquila, ya no tienes nada que temer, estás a salvo"
Me sonreiste y por fin todas aquellas pesadillas se esfumaron al despertarme a tu lado, que lo único que necesitaba era que alguien como tu me sacase de este laberinto infinito, y conseguir con tan solo una mirada todo lo que yo no pude hacer en todo este tiempo.
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