lvl 26.

Siento que la vida es como un videojuego en el que vas subiendo de nivel según la experiencia ganada, que los niveles cada vez cuestan más superarlos y que conforme avanzas empiezan a carecer de valor los años. Solo que en este juego no puedes rendirte ni quedarte en el mismo nivel.

Creo que todo obstáculo es puesto en nuestro camino por alguna razón, quizás para darte cuenta de tus errores en el pasado o para saber que es lo que no quieres a tu lado. Siento que mis 25 fueron la panacea de buscar aquella felicidad que residía en mi. De ser yo nada más quien dirija mi rumbo. Que quizás esta año fue la prueba para cerrar las puertas que me llevaban a mi pasado. De aceptar que unos se van y otros vienen, y agradecer a cada una, ese instante en el que algún día nos unió. Que soy imparable y lucho a cualquier precio por mi felicidad, que nada ni nadie me arrevatará, de ser yo en mi estado más puro. Y borrar a aquellas personas que restan, que te deterioran por dentro y sacan lo peor de ti, creando un ambiente tenso y negativo. Busca en tu interior, en lo más profundo, porque tu más que nadie sabías aquella respuesta desde el principio.

De intercambiar tus granitos de felicidad por los de cualquier persona que los necesite, como una cadena de favores, en la que ayudando podrás conseguir que tu cajita revose de felicidad.
Sin pedir nada a cambio, solo tu propia felicidad de haber ayudado a alguien más que a ti. De valorar a las personas que realmente valen oro y hacerles ver que sabemos que están ahí, esten donde esten.

Que vuelo libre y respiro tranquilidad porque me siento viva, de quitarme barreras y cadenas que me impedían volar. Porque siempre odie los pájaros enjaulados, dueños de alguien, dependientes de ellos y engañados en creer que saben cual es la palabra libertad. Vuela libre allá donde siempre quisiste volar, porque solo algunos saben liberar al pájaro y dejarlo ir, mientras otros quieren hacerse dueño de algo bonito que no les pertenece. Demostrando así quien quiso poseer al pájaro enjaulado y adueñarse de él, a quien quiso dejarlo volar libre, amándolo aún sabiendo que jamás volverá.
Como la flor arrancada de la pradera para adueñarse de algo bonito que acabará muriendo prisionero.
Deja fluir todas aquellas cosas que te preocupan, quizás la respuesta sea más fácil de lo que crees o aún no tienes la información necesaria para responderte.

Cumplo otro año más luchando por mis sueños, aqui, allí y donde sea que esten, valorando cada granito de felicidad, olvidando recuerdos malos y aprendiendo a perdonar todas aquellas cosas que nos dolieron y que muchas veces nos impiden avanzar.