Oveja negra

Todas aquellas cosas que me hicieron creer en mi infancia se desmorona por momentos y todo aquel mundo de fantasías esta en ruinas por todas esas cosas que he tenido que descubrir... La humanidad está perdida y cada día estoy más cerca de olvidar que tenemos la capacidad de amar y sentir. Que el mundo etiqueta y te señala cuando tú piensas diferente al resto creyendo que eso les hará guiar a alguna oveja descarrilada para guiarla otra vez hacia la generalización de cualquier pensamiento.
La oveja negra siempre fue la que creó el camino, la que nunca se conformó con lo que le dijeron, porque siempre tuvo su propio criterio. La que construyó puentes en vez de buscar otro camino para cruzar. Y quizás el mayor peso de los que no siguen al resto es soportar la pesada carga de escuchar el constante cuchicheo de la podredumbre friéndose en su propio odio. Creando etiquetas de cosas que van más allá de una ideología, de un pensamiento o estilo de vida. Quizás etiquetan porque tienen miedo a lo que no pueden encasillar en alguna de sus estúpidas casillas.

El mundo esta roto y solo nosotros podemos salvarlo de la codicia, el odio y la destrucción al que lo hemos sometido, pero es más entretenido pelear entre nosotros que salvar el lugar donde vivimos.
Algún día tendremos que luchar en contra de esas sanguijuelas que absorben la sangre a tantísimas personas y nos engaña con su publicidad electoral. Quizás destruya familias, pero las generaciones futuras no dejarán que os quedéis con nuestros pensamientos, nos absorbáis nuestra energía y nos lavéis el cerebro para así ser vuestros malditos esclavos sin que nosotros lo sepamos.
Quizás las mentes viejas sean fáciles de manipular, de mentir y de extorsionar, pero ninguno de los que seguimos decepcionados por el país en el que vivimos dejaremos de hablar, callaremos ni ensuciaréis nuestra imagen. Nos hacéis criminales, cuando los mayores criminales sois vosotros riéndose del proletariado que solo intenta ser feliz. Rememorando personajes históricos que no aportaron honra al país, que habéis ensuciado nuestra bandera y nuestras gentes repudian vuestros actos y los que hacéis en nombre de esta, que lucimos avergonzados preocupados de que nos tachen por algo que no somos, que ni siquiera nos representa.

Estamos cansados de promesas y palabras que nunca llevan a nada, porque todos sabemos que es una gran estafa para conseguir lo que quiere tu maldito ego. Algún día a mí también me meterán en ese mismo saco, también seré señalada por no conformarme con lo de siempre, por tener mis propios criterios y no conformarme con lo que hace la mayoría.