Brillar hasta que deslumbre

Siento que el camino se aferra al tiempo y que nos da miedo arriesgar para conocer nuevas formas de vivir. Puede que nunca supiste amar de verdad, que perdieses el significado y lo sustituyeses por otro, como si quisieras reinventar la palabra y hacerla tuya, bajo tu control, como arrancar una flor silvestre que acabará muriendo en algún jarrón tarde o temprano, quizás ahora más que nunca ame las almas libres, aquellas que brillan por si solas y carecen de algún dueño o espacio. Son brisas que vienen en mitad de una noche cálida, que te liberan de todo aquello que te encadenaba a tu vida mortal y te eleva a un mundo onírico que solo existe por un breve periodo de tiempo.

El odio solo fue una forma de anular la aceptación de algo, que algún día no entendimos, es una plaga que te asfixia hasta tal punto en el que dejas de ver las cosas bellas que existen más allá del rencor, la ira o el desprecio. Como si todo aquello fuese una maldición que atrajese todos los hilos negativos que nos unen a los demás. Sonríe, para espantar aquellos males y darte cuenta que en cualquier caos puedes encontrar un bonito rincón. Lucha por vencer todos aquellos demonios internos y externos que nos hacen perder nuestra inocente ilusión para convertirnos en un alma gris que absorbe las energías de aquellos que aún brillan sin que su entorno les afecte. Brilla tan fuerte que deslumbre a todas aquellas almas que se perdieron en el camino y no supieron vencer sus propios demonios.