Somos humanos

Nadamos sobre un océano infinito, nos enredamos y acabamos ahogándonos con el oxígeno. Hay tantos peces que al final no sabes si deborar o acabarás siendo deborado. Tantos caminos que terminamos quedándonos inmóviles sin actuar, nos confunden con tanta fachada, persiguiendo fantasmas que solo fueron un espejismo de lo que te hicieron creer que necesitabas. 

Contruimos murallas enteras para filtrar quien entra en nuestro mundo, somos humanos buscando la inhumanidad, creemos que los sentimientos son un impedimento para seguir adelante cuando es el mayor impulso de nuestras vidas. Creyendo que anulándolos seremos inmunes a lo que nos rodea, vivimos sin elegir, tenemos miedo a sentir y acabamos creando historias sin fundamentos, sin conexión. Vivimos desarraigados de lo que nos hace conectar con el mundo, perdiendo nuestros instintos que nos advierten de cualquier mal. Somos robots intentando ser perfectos sin saber que la belleza reside en la imperfección de las cosas. De las casualidades y los momentos fugaces. De esas señales que te guían por el buen camino cuando estás perdido y que tan solo unas pocas personas prestan atención. El mundo esta roto, es caótico y la sobreinformación nos colapsa haciendo que vivamos aislados creyendo que estamos más a salvo en nuestra pequeña burbuja, en nuestra zona de confort que sintiendonos libres fuera de ella.

Dicen que la mejor cárcel es aquella que no tiene barrotes, aquella que te haga creer que eres libre dentro de tu pequeña jaula, tanto que te de miedo lo que pueda haber en el exterior que no afrontes el riesgo de descubrir que hay al otro lado de "tu zona". Tu decides si vivir paralizado y deshumanizado o ser libre y vivir conectado con lo que te rodea.