Deambulé por las calles desiertas buscando una respuesta en el silencio
de la noche, pero el temor no me dejo pensar con claridad que es lo que
buscaba en una persona que pudiera aportarme algo, e
intentaba convencerme de que trataba de evitar mi propio futuro para no
volver a equivocarme.
Siempre he pensado que todas las personas actuamos según nuestro pasado, aprendemos de él y lo corregimos en un futuro. Nuestros gustos y nuestra forma de pensar viene marcado por momentos puntuales de nuestra vida, que en su día tuvimos que superar. Yo creo que me intento complicar la vida para enfrentarme a desafios que yo misma me pongo con la esperanza de que algún día dé con la tecla adecuada. Y para que engañaros, tengo miedo de las palabras y sus significados por culpa del desgaste de estas y del mal uso del vocabulario con
respecto a lo que sentimos en cada momento, hasta que he acabado por dudar de mi misma y desconfiar del resto del mundo para protegerme de las mentiras.
Yo ya no sé si las
palabras pueden expresar un sentimiento latente que vale más que
palabras, o menos.
2 comentarios:
Nos componemos de experiencias vividas. La forma que nos hayan dado esas experiencias dependen de cómo afrontamos nuestras vidas. Es todo un ciclo.
A menudo hay sentimientos que no se pueden o se deben explicar con palabras.
Un saludo!
Si no sufrimos no aprendemos de nuestros errores, y por lo tanto no avanzaremos como personas. Por eso siempre me gusta ver el lado bueno de las cosas malas :)
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